“El futuro del asociacionismo de padres y madres en la escuela” 15/06/2013

“El futuro del asociacionismo

de padres y madres

img-20160919-wa0012en la escuela”

Curso “Herramientas para la función directiva en los centros educativos”

Máster en dirección y gestión de centros educativos organizado por CEU y UNIMEL.

Palacio de Colomina. Valencia. 15 de junio de 2013.

¿Qué es participar?

La participación de padres y alumnos es, ligada a la de los profesores, una de las notas que caracteriza nuestro sistema educativo.

Es un DERECHO:

-reconocido en nuestra Carta Magna, -la Constitución Española de 1978- en su artículo 27,

-subrayado en la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, Reguladora del Derecho a la Educación, -LODE-,

-recogido en la vigente Ley Orgánica 2/2006 de Educación, -LOE-

-y en nuestro ámbito más cercano, el de la Comunidad Valenciana, regulado en el Decreto 126/86,que regula la participación y en nuestros actuales Reglamentos Orgánicos de Centros (Decreto 233/1997 de Infantil y Primaria y Decreto 234/1997 de Secundaria), que dedican su Título III íntegramente a la participación de los padres y madres en el centro y cuya composición de los consejos escolares de centro sitúa,           -cuantitativamente hablando-, a nuestra comunidad en una avanzada posición respecto al resto del territorio estatal.

Educar mejor y lograr que nuestros hijos e hijas sean unas personas con un desarrollo personal íntegro y lo más completo posible, significa que los padres y madres participemos en la gestión de los centros educativos con el fin de que la escuela sea realmente un espacio educativo de primer orden donde no sólo se instruya sino que también se eduque.

Participar es sentirse responsable. Es querer ser activos y colaborar con nuestra aportación. Es sentirnos solidarios, en este caso lograr entre todos una escuela pública de calidad para todos los niños y niñas, con el mismo interés y desvelo que lo deseamos para nuestros hijos.

La participación es incompatible con el aislamiento. Participar es una dinámica por la que nos comprometemos a relacionarnos con los demás, a reafirmar o a modificar nuestros puntos de vista iniciales, y a unir nuestros esfuerzos e intereses con los esfuerzos e intereses de los demás.

Participar en la escuela es contribuir a orientar el proceso educativo de nuestros hijos e hijas de acuerdo con nuestras convicciones. Y esto porque entendemos la escuela como un proyecto educativo común de todos los sectores que la integran: profesorado, padres y madres, alumnado y sociedad.

Poder no es querer

Al hablar de participación, igual que sucede al ocuparnos de la mayoría de los procesos que implican a sujetos o a grupos de manera activa, habría que diferenciar el poder del querer, hemos de interrogarnos si basta con un marco legal que propicie los cambios o si ésta es una condición tal vez necesaria, pero no suficiente, para hacerlos realidad.

Hemos de cuestionarnos si basta con que estén creadas unas estructuras que permitan la participación o si habrá, además, que dotarlas de un contenido no meramente formal, sino real y positivo.

¿Podemos llamar participación a la asistencia a una reunión del consejo escolar en la que se cumple con un orden del día rigurosamente burocrático, en la que se toman decisiones por votación sin una discusión previa, seria y reflexionada, en la que se aprueba un documento que ni siquiera se ha podido leer previamente con un mínimo de antelación y detenimiento?

Otra versión. Juguemos al juego de la democracia escolar. Tenemos nuestro propio gobierno, nuestro presidente, nuestro reglamento, nuestros representantes….y también el riesgo de convertirnos en un reflejo de mera estructura que se traduzca, en lugar de en colaboración para la consecución de unos objetivos comunes, en lucha de poderes y enfrentamiento de colectivos ¿Participar?

¿Cómo se consigue la participación?

Tratándose de una comunidad, no basta con la postura que adopte una de las partes. No es suficiente con que la ley lo permita, que además se quiera hacer y se sepa cómo, sino que ha de haber conciencia de tal comunidad para la consecución de unos objetivos compartidos.

Preguntando a miembros de cada uno de los colectivos qué piensan acerca de la participación, las respuestas son, en general, comunes según al sector al que pertenezcan.

Padres y alumnos suelen hacer referencia a la necesidad de que se trate de una “auténtica participación” y de ser tenidos en cuenta, mientras los profesores hacen mayor hincapié en la necesidad de clarificar las competencias de cada cual, salvaguardando la especificidad de los aspectos pedagógicos como ámbito exclusivo de los profesionales.

Lejos de vivir la participación como algo “privilegiado”, parece interpretarse la misma como algo a lo que nos vemos abocados por la exigencia más que por el deseo: algo impuesto desde fuera en lugar de impulsado desde dentro como demanda, como necesidad de los propios grupos sociales interesados en la educación.

No se ha tomado conciencia de la influencia potencial de la participación de la comunidad educativa en una efectiva calidad de la enseñanza.

La participación se logra tomando parte, comprometiéndose, colaborando, implicándose, pero no tiene nada que ver con autoritarismo, imposición, pérdida de tiempo, rivalidad, corporativismo, lucha de poderes, manipulación, intromisión, incompetencia…

¿Qué necesitamos? 

Información:

Es, quizá, como punto de partida uno de los más importantes. Conocer el alcance de nuestra implicación, el papel que podemos desempeñar en el centro para optimizar su funcionamiento, enriquecer sus actividades o mejorar su gestión.

Hemos de informarnos sobre los cauces adecuados para cada cuestión, las competencias, tareas y responsabilidades del propio colectivo y de los demás, los medios para hacer que las cosas marchen. 

Formación:

¿Conocemos nuestros derechos y deberes? ¿somos conscientes de que los fines de una APA no se agotan en la organización de actividades extraescolares o de la fiesta de fin de curso?

Las APAs no somos entidades integradas formalmente en el esquema de funcionamiento de los centros, pero tenemos reconocida y legalmente regulada nuestra intervención participativa. Somos, sin lugar a duda, el referente más importante de la participación de las familias en los centros.

Las APAs debemos desempeñar el papel de ser las dinamizadoras indiscutibles, el principal interlocutor de las familias con el profesorado y los equipos directivos, impulsoras de su implicación en el centro, ejerciendo además de correa de transmisión entre éste y el barrio o municipio.

Hemos de destacar que existe una correlación muy elevada entre la actitud favorable de los equipos directivos y la vitalidad de las APAs. En los centros donde el profesorado da facilidades, hay un buen nivel de participación; en cambio, cuando no se da esta predisposición, las APAs funcionan con más dificultad. Creemos que la dinámica de las APAs está muy influida por la visión que tienen desde el claustro, de la participación de los padres.

Este tema pone en evidencia la importancia del profesorado como sector de la comunidad educativa que ha de liderar un proceso de cambio hacia la cultura de la participación. La escuela participativa abre un nuevo frente de intervención para los maestros: crear las condiciones para que se dé con plenitud el salto cualitativo de la participación responsable de las familias en las decisiones y en la gestión del centro.

Es importante resaltar que nuestros reglamentos orgánicos de centros atribuyen a las direcciones de los centros, tanto de infantil-primaria como de secundaria, la competencia de

“coordinar y fomentar la participación de los distintos sectores de la comunidad escolar, procurando los medios precisos para la más eficaz ejecución de sus respectivas atribuciones” 

Y a las presidencias de las APAs,

“proponer a la comunidad escolar actuaciones que favorezcan las relaciones entre los distintos colectivos que la integran y mejoren la convivencia en el centro”

Es preciso la creación de un clima adecuado a la convivencia y confianza mutua. Apoyarnos en los aspectos positivos, en lo que funciona, en lo que da buenos resultados para, a partir de ahí, ir abordando cuestiones de mayor complejidad.

Dar mayor peso a lo que nos une que a lo que nos separa, llevando a la práctica los acuerdos que hemos consensuado y las responsabilidades en las que nos hemos comprometido; aplazar, hasta que pueda ser abordado de nuevo desde otra perspectiva, aquellos otros aspectos en los que disentimos.

 ¿Qué estructuras favorecen la participación en la escuela?

 La APA: entidad que debe vertebrar todas y cada una de las actividades que realizan los padres y las madres. Entidades para la participación y colaboración en el funcionamiento de un centro educativo.

El consejo escolar del centro: máximo órgano de gobierno en el control y gestión de los centros y órgano de participación de los distintos sectores de la comunidad educativa.

Entidades por y para la participación.

¿Cómo se organiza el movimiento asociativo de padres y madres?.

 Los padres y madres, integrados en APAs cuentan también con estructuras de carácter superior cuya finalidad es ser órgano de relación y coordinación entre las APAs que la forman, así como representar, promover y defender sus intereses, al objeto de potenciar sus respectivas posibilidades de actuación, y de dar mayor capacidad de intervención a las APAs, fijándose como objetivo alcanzar el establecimiento de un sistema educativo de calidad.

Participamos en diferentes foros de representación, a los que elevamos nuestras propuestas y presentamos nuestras reivindicaciones. Los más significativos son los siguientes:

-Consejos escolares de centro.

-Consejos escolares municipales.

-Consejo escolar de la Comunidad Valenciana.

-Mesa de Padres y Administración.

-Otros foros y comisiones.

Con una trayectoria de más de 32 años, COVAPA y sus organizaciones miembro, ha desarrollado a lo largo de su existencia innumerables campañas para favorecer la participación de los padres y madres de alumnos en los centros, siendo ésta una preocupación constante y permanente en su búsqueda de mejorar no sólo los índices cuantitativos sino la calidad de la participación, emprendiendo campañas de sensibilización y centrando sus esfuerzos en la formación de los representantes de APAs y miembros del consejo escolar, como única garantía para una participación responsable.

Cada año, en la cita con las urnas para la elección de consejeros y consejeras escolares, COVAPA y sus organizaciones miembro redoblan esfuerzos para que en el mes de noviembre, la información y formación necesaria para participar en el proceso electoral esté a disposición de todas sus APAs.

¿Cómo lograr una participación real?

Nada hay tan aburrido, tan paralizante y tan estéril como la resignación. Quien se resigna, pierde, abandona, se queda en la cuneta.

Debemos recuperar la rebeldía y la disposición a trabajar. Existe un concepto de carácter fuertemente pesimista en virtud del cual, cualquier tiempo pasado fue mejor y el presente no es sino la degradación del pasado y estamos condenados a la impotencia porque no podemos hacer nada y estamos sometidos a fuerzas que nos aplastan, porque no merece la pena intentar ningún cambio ya que no podemos modificar nada. Afortunadamente existe también un enfoque positivo en virtud del cual, las personas podemos y debemos mantener una actitud rebelde porque la historia la hacemos los hombres y las mujeres, aunque naturalmente no elegimos las condiciones ni las condiciones son las que nos gustarían, pero la realidad es modificable, no está escrita en las estrellas y podemos contribuir a transformar nuestro entorno, en mayor o menor medida, a través de esfuerzos individuales y colectivos que van influyendo en lo que pasa y generando modificaciones que influyen en la marcha de los acontecimientos.

La acción sigue al pensamiento como la rueda del carro sigue a la pezuña del buey, o lo que es casi lo mismo: que el pensamiento genera acción. Por tanto, conviene que nos apliquemos a esbozar planes de acción coherentes, que nos asesoremos adecuadamente, pero que empecemos a actuar cuanto antes.

La participación es un deber democrático incuestionable hasta el punto de que una democracia que no sea participativa tiene déficits tan graves que pueden debilitarlo profundamente.

Un centro en el que los padres y madres participan activamente es ya, por este motivo, cualitativamente distinto a otro en el que no lo hacen. No hay que resignarse ni caer en un pesimismo paralizador, por el contrario hay que hacer posible lo necesario y eso necesita audacia y capacidad de trabajo, compromiso y formación.

Participar es positivo y necesario, además nos enriquece y nos permite conocer a personas con las mismas aspiraciones que nosotros, posibilita igualmente que nos enriquezcamos personalmente interviniendo en actividades creativas e innovadoras y apostando por el pluralismo y por la diversidad.

Las cosas pueden cambiar si contribuimos a que cambien, si nos proponemos que cambien, si trabajamos para que cambien La gestión democrática del centro en el que estudian nuestros hijos, vuestros alumnos, puede mejorar. Nosotros y vosotros debemos contribuir a que así sea con nuestro y vuestro compromiso, nuestra y vuestra inteligencia y nuestro/vuestro deseo de que la igualdad de oportunidades, la justicia y la calidad educativa se abran paso por encima de los egoísmos, las maniobras y las estrategias de manipulación que conducen al conformismo y paralizan los mejores impulsos.

La escuela que defendemos

La escuela que defendemos es la escuela de todos y para todos gestionada democráticamente. Pero ninguna escuela, por el hecho de su titularidad es más o menos pública. El carácter de pública no lo da la titularidad sino el modelo que en ella se desarrolle. Los elementos básicos de la escuela que queremos son:

Gratuita: porque la financiación pública es el único garante de que el derecho a la educación se produzca en condiciones de igualdad para toda la ciudadanía.

Aconfesional: porque es esencial conseguir el pleno desarrollo de la conciencia y libertad de la persona sin ningún tipo de imposición ideológica o religiosa.

Plural: porque la escuela debe estar abierta a todas las personas e incorporar la diversidad social y de pensamiento y considerarlo además como un elemento positivo en el proceso de aprendizaje.

Científica: porque incorpora el análisis y la crítica partiendo de que el conocimiento humano es siempre parcial y no definitivo y, a partir de estos valores, el aprendizaje se convierte en un proceso permanente.

Democrática: porque los valores democráticos deben ser incorporados como práctica del aprendizaje y que la escuela pueda vivirse como un espacio de convivencia del conjunto de sus integrantes.

        Cívica: para formar a las personas como ciudadanos en el ejercicio de sus derechos y deberes y para su integración en una sociedad plural.

Integradora: porque es fundamental aceptar las diferencias del alumnado y garantizar la no-discriminación atendiendo a las diferencias individuales a la vez que se tratan de alcanzar objetivos globales comunes.

Humanística: porque la persona, con su dimensión singular, ha de ser objetivo primero y último de las actuaciones educativas, incluyendo los valores fundamentales de la solidaridad, la tolerancia, la educación no sexista, la paz como intrínsecamente humanos y que se deben cultivar y difundir.

No debemos renunciar a ser útiles a los demás, a defender intereses generales, a intervenir directamente en superar lo que no nos gusta y empobrece, en hacer que avance lo que consideramos deseable y apostar por la conquista de mayores espacios de bienestar, dignidad y tolerancia.

¿Qué necesita nuestro sistema educativo?

Un Pacto Educativo Social es inaplazable. Un Pacto por la Educación que  provoque un análisis del sistema educativo, un Pacto que reforme, que modifique lo que no funciona y que cimiente las bases para conseguir la mejora de:

Las altas cifras de fracaso escolar.

El elevado porcentaje de abandono escolar prematuro.

Los niveles de conocimiento y competencias elementales del alumnado.

Los porcentajes de titulación de la enseñanza postobligatoria.

La consideración del profesorado.

El clima de convivencia en los centros educativos.

El sistema de formación profesional.

La eficacia y eficiencia de la administración educativa.

La implicación de las familias en la educación.

Pues no se puede olvidar que la educación constituye el pilar fundamental del progreso y la prosperidad de toda sociedad.

¿Cómo se obtiene más calidad y mejores resultados?

  1. Reforzando el ejercicio de la función docente, reconociendo su autoridad académica y que las personas dedicadas a ella sean las más aptas para ejercer la docencia, ya que la calidad de un sistema educativo está en proporción directa con la calidad de sus docentes.
  2. Fomentando la participación de padres y madres y por ende, de sus organizaciones representativas como factor de calidad del sistema educativo.
  1. Análizando, estudiando y revisando urgentemente el calendario y jornada escolar vigentes, teniendo como eje fundamental las necesidades del alumnado del servicio público educativo, que redunde en la mejora de su rendimiento e incremente los índices de éxito escolar.
  1. Garantizando en el sistema educativo los recursos humanos necesarios para la aplicación de los apoyos y los refuerzos desde la enseñanza primaria y muy especialmente en la enseñanza secundaria, así como desdobles en las materias básicas instrumentales.
  1. Llevando a cabo evaluaciones internas y externas de todos los procesos y agentes de los sistemas educativos, incluida la propia administración, para el conocimiento del grado de consecución de los objetivos programados, con el fin de facilitar la toma de decisiones en lo referido a su mejora y a su contribución en la generalización del éxito educativo
  1. Mejorando la inspección educativa mediante procesos de ingreso que garanticen al máximo los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad.
  1. Delegando la autonomía y competencias necesarias por parte de la Administración educativa, en base a los artículos 120 a 123 del Capítulo II de la LOE para que el propio centro, en ejercicio de su autonomía legalmente reconocida, organice su funcionamiento y gestione sus recursos por medio del Consejo Escolar como órgano colegiado de gobierno y de coordinación docente, haciéndole a éste responsable de sus resultados ante la comunidad educativa a la que representa.
  1. Garantizando el derecho que tienen las familias a que sus hijos reciban una educación acorde con sus convicciones religiosas.
  1. Facilitando la participación de los distintos sectores que forman parte de la comunidad educativa en el debate, negociación y colaboración con la Administración educativa.
  1. Reconociendo el papel social de las familias, favoreciendo la participación de éstas para la consecución de una verdadera comunicación entre la escuela y la sociedad, que permita afrontar con mayores garantías la preparación que sus hijos e hijas adquieran durante su escolarización con proyección a su inserción a la vida social.

Con relación al personal docente

  1. Instando al Ministerio de Educación, junto al resto de comunidades autónomas la modificación en las normas que regulan el acceso a la función docente para que sólo se inicien en ella aquellas personas que tengan adquiridas las habilidades pedagógicas, implementando sólidos procesos de selección y capacitación docente. Nadie puede dar lo que no tiene.
  1. Atrayendo, para el ejercicio de la carrera docente a los aspirantes con más altos conocimientos y capacitación, consiguiendo así elevar el status de la profesión, el reconocimiento social y la atracción a ella.
  1. Promocionando junto a las universidades la adopción de las medidas necesarias que mejoren la formación inicial del profesorado, incluyendo en los planes de estudio aspectos tan esenciales como tipologías de centros escolares, escuela participativa, escuela inclusiva, etc.
  1. Racionalizando progresivamente la oferta universitaria en la carrera docente, adecuándola a la demanda real del sistema educativo.
  1. Alcanzando, antes de 2015 el umbral de interinidad en un 7% en la enseñanza primaria y en un 10% en la enseñanza secundaria.
  1. Configurando una formación del profesorado de obligado cumplimiento, fuera del horario lectivo del alumnado, dentro de su jornada laboral y vinculada a las nuevas exigencias del sistema educativo.
  1. Mejorando la formación plurilingüe del profesorado mediante el desarrollo de un plan integral que contemplará acciones de inmersión lingüística.
  1. Impulsando programas específicos para paliar la brecha digital entre el profesorado, mejorando su formación para el uso y aplicación de las tecnologías de la información y comunicación en el aula.
  1. Desarrollando programas formativos de compensación educativa y atención a la diversidad dirigidos a los claustros.
  1. Sustituyendo las bajas del profesorado en un plazo máximo de 5 días lectivos, a partir de que las Direcciones Territoriales constaten la baja.
  1. Dotando de estabilidad a las plantillas de los centros, especialmente en los centros de difícil provisión y estableciendo mecanismos que aseguren la provisión efectiva de los puestos.
  1. Fortaleciendo la función directiva en los centros con equipos directivos profesionales, con autoridad y dotados de instrumentos suficientes para poder llevar a cabo su función de modo eficaz pues sin equipos directivos sólidos, que representen el interés de la comunidad educativa en su conjunto, se desdibujan los objetivos de calidad que se pretenden conseguir.
  1. Desburocratizando la actividad general del profesorado simplificando los procedimientos administrativos de la docencia.
  1. Estableciendo, a propuesta del director o directora de los centros educativos retribuciones económicas complementarias al profesorado según dedicación (cargos, tareas, responsabilidades) aprobadas por el consejo escolar del centro, en base a lo establecido en el artículo 27, Capítulo III de la LOE.
  1. Otorgando al consejo escolar del centro la competencia para valorar los méritos de trabajo, en base a lo establecido en el artículo 27, Capítulo III de la LOE.
  1. Estableciendo la figura del “maestro ayudante” durante un período obligatorio de un curso a los docentes de nueva incorporación al sistema y asumiendo la responsabilidad completa de la docencia con alumnado en el siguiente.
  1. Instando al Ministerio de Educación, junto al resto de las comunidades autónomas la modificación de la Disposición Adicional Sexta punto seis de la LOE con el fin de establecer un período de siete cursos como mínimo para poder solicitar concurso de traslados, como medida garante de la estabilidad de las plantillas en los centros educativos.

Con relación a los padres y madres de alumnado y sus organizaciones representativas

  1. Promocionando la participación de padres y madres en la dinámica de los centros y en la mejora de la enseñanza en nuestra comunidad, respaldando la labor de las asociaciones, federaciones y confederaciones de madres y padres de alumnos mediante la realización de campañas de reconocimiento del papel social desempeñado por éstas como organizaciones representativas de los intereses de las familias.
  2. Estudiando y desarrollando vías de participación del sector de padres y madres de alumnos en los procesos de evaluación interna de los centros, así como recibiendo información de la evaluación externa de los mismos y del sistema educativo que realice la administración educativa y garantizando el cumplimiento de la normativa sobre información a los padres y madres sobre los criterios de evaluación del alumnado. Creando e implantando sistemas que permitan una evaluación real por parte de padres y madres de la calidad de los docentes, piedra angular del sistema educativo.
  1. Desarrollando procesos para que las APAs, a través de sus representantes en el consejo escolar, puedan solicitar una evaluación interna y/o externa que necesariamente ha de abarcar a todo el sistema (el centro, la organización, los profesores, los alumnos, las familias…) y sobre todo los resultados académicos y el nivel y grado de adquisición de los contenidos de aprendizaje de los escolares. Esta evaluación deberá ser independiente y con garantías de profesionalidad, definiendo los objetivos de la evaluación y teniendo en cuenta los diferentes centros en el contexto social, económico y cultural diverso. Todos los implicados en el proceso educativo deberán participar en la misma, para que a su vez se asuman las consecuencias de los resultados responsablemente.
  1. Analizando y, en su caso, elaborando propuestas de medidas que mejoren el modelo de gestión de los centros docentes, así como el control y la inspección de los mismos.
  1. Adaptando el modelo de participación hasta lograr la paridad real entre el sector docente y no docente y el sector de padres y madres en los consejos escolares de centro, habilitando fórmulas que permitan la incorporación de otros sectores de la comunidad social del entorno del centro, así como una mayor autonomía en las competencias de los mismos una vez lograda dicha paridad.
  1. Creando la comisión de Participación en todos los centros sostenidos con fondos públicos, coordinada por la dirección del centro y la junta directiva del APA, que se convocará trimestralmente por etapas y donde se informará de la evaluación con su propuesta de mejora y de los objetivos del trimestre siguiente. Las direcciones de los centros y las juntas directivas de las APAs elaborarán un informe sobre las medidas adoptadas para el fomento de la participación como objetivo prioritario para la calidad de la enseñanza. Este informe y las medidas a adoptar se llevarán al consejo escolar del centro para su aprobación y puesta en marcha.
  1. Dotando a las APAs de un verdadero protagonismo en la organización, desarrollo y promoción de actividades extraescolares y complementarias, reconociendo la labor que como complemento al currículo desarrollan mediante su ejecución.
  1. Analizando, estudiando y elaborando las medidas necesarias que mejoren la participación y representación de las organizaciones de padres y madres en los consejos escolares de centro, municipales, territoriales y autonómico.
  1. Potenciando la Mesa de Padres/Madres y Administración Educativa como foro fundamental de debate, negociación y colaboración con la administración educativa, estableciendo ágiles sistemas de información ascendente-descendente y respuesta a nuestras propuestas. La Mesa de Padres y Madres podrá ser convocada como Mesa Técnica o Mesa Sectorial.
  1. Creando el Observatorio de la Participación.
  1. Revisando el Decreto 126/1986 de 20 de octubre, para que impulse y fomente los cauces de participación de los padres y madres del alumnado con el centro y, en especial, su derecho de asociación.

Estas medidas forman parte de la propuesta de PACTO DE COLABORACIÓN ENTRE LA CONSELLERIA DE EDUCACIÓN Y LAS CONFEDERACIONES DE MADRES Y PADRES DE ALUMNOS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA, PARA CONTINUAR MEJORANDO EN LA PARTICIPACIÓN, LA COHESIÓN SOCIAL, LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES, LA LIBERTAD Y LA CALIDAD DE LA ENSEÑANZA EN LA COMUNITAT VALENCIANA elaborado en 2011.

El 26 de abril de 2011, en el Monasterio de El Puig, en Valencia los representantes de COVAPA, CONCAPA y UNIMEL firmaron un protocolo general de colaboración, como inicio de la andadura hacia la consecución del Pacto.

No queremos ser imprescindibles pero sabemos que somos necesarios y estamos dispuestos a poner en juego todas nuestras capacidades para que el futuro de nuestros hijos sea esperanzador y para apoyar un principio tan noble como el que la democracia se instale en la escuela, eche allí firmes raíces y dé frutos granados.

Audacia sí, pero planificación y trabajo también.

Este es el reto, hay, pues, que empezar hoy mismo.

 

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